Según el
GOB, estabilizar el crecimiento turístico y urbanístico es imprescindibles para resolver el problema del agua en Mallorca.
Cada año el incremento de turistas que llegan a nuestras islas supone un aumento del consumo de agua potable del orden del 7%
(2.100.000 m3/año). A todo esto, hay que añadirle el consumo indirecto derivado de la construcción de nuevos hoteles, chalets y
apartamentos, así como los servicios, infraestructuras, equipamientos, servicios turísticos, campos de golf...
La asociación ecologista opina que con unos crecimientos anuales como los que tenemos en número de turistas, estancias
turísticas, plazas de alojamiento... el suministro de agua potable se hará prácticamente imposible, a no ser que nos dediquemos a
la construcción de plantas desalinizadoras de un coste económico y ambiental aberrante. Por este motivo, el GOB solicita al
Govern, Consell, ayuntamientos y empresarios que pongan freno a un crecimiento absolutamente exagerado de consecuencias
ambientales, sociales y económicas negativas.
EL GOB propone en concreto la adopción de toda una serie de medidas en política hidráulica que giran entorno a cuatro ejes
principales:
a) Política de ahorro: campañas de sensibilización ciudadana, establecer tarifas progresivas en función del consumo, realizar un
plan de ahorro en las instalaciones hoteleras, aprovechar las aguas pluviales...
b) Reutilizar las aguas depuradas: prioridad de las inversiones en la depuración terciaria, apostar por la reutilización de las aguas
residuales antes de captar nuevos recursos...
c) Limitar el crecimiento urbanístico y turístico: suspender la concesión de explotación a nuevos establecimientos turísticos, no
aprobar nuevos campos de golf, no autorizar nuevas urbanizaciones y reducción de la capacidad de las actuales...
d) Control y Vigilancia: establecer una moratoria en la explotación de nuevos pozos, sellar los pozos salinizados, hacer un
inventario y control de los pozos existentes, vigilar el uso y el volumen de extracción de los pozos...