Las siluetas casi simétricas del
Puig de Alaró de 822 metros de altura y la del Puig de s'Alcadena
de 816, situados uno frente al otro, son la imagen más característica
del municipio de Alaró y una de las más singulares de Mallorca.
El Castillo de Alaró, ubicado sobre la cumbre de la montaña
del mismo nombre, es una antigua fortificación existente desde la
época musulmana. El Puig de Alaró, extraordinario mirador
de la comarca de Es Pla, de las bahías de Palma y Alcúdia
y de la Serra de Tramuntana, también acoge desde el siglo XVII el
Santuario de la Mare de Déu del Refugi y una hospedería.
Para acceder a la montaña hay que llegar hasta la población
de Alaró y, en dirección al pueblo de Orient, coger la carretera
que conduce hasta la posesión de Es Verger, donde hay un restaurante
y una zona habilitada como parking de vehículos. En este punto se
puede optar por iniciar la excursión a pie o seguir con el
vehículo un poco más hacia arriba hasta la pequeña
explanada de Es Pouet. El último tramo del trayecto debe realizarse
obligatoriamente a pie siguiendo durante unos veinte minutos el antiguo
camino, en gran parte empedrado, única forma de llegar hasta las
puertas del inexpugnable castillo.
La historia del Castillo de Alaró está íntimamente
ligada a la gesta legendaria protagonizada por Guillem Cabrit y Guillem
Bassa, personajes que murieron quemados en el siglo XIII, después
de defender encarnizadamente la fortificación, al mantenerse fieles
a Jaime II de Mallorca y oponerse a la ocupación de la isla por
Alfonso II de Cataluña y Aragón.
La hospedería del castillo, con capacidad para unas sesenta personas,
dispone de servicio de bar y restaurante y funciona durante todo el año.
Más información y reservas en el teléfono 971 18 21
12.
Más información:
Castell
d'Alaró: reportaje fotográfico (36 fotografías
realizadas por MallorcaWeb)
ACTUALIZACIÓN (05/03/2002): El Castell d'Alaró, junto con la finca que incluye este conjunto histórico y arqueológico es propiedad privada y pertenece a la
familia Ordinas Pou, a excepción del Santuario de la Mare de Déu del Refugi y la hospedería, que dependen de la Fundació del Castell d'Alaró.
Foto © BalearWeb