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La marina de Manacor esconde una de las playas vírgenes más bellas de Mallorca. Se trata de Cala Varques, playa de arena blanca y aguas cristalinas, rodeada de monte bajo.
La playa es de dimensiones reducidas, aproximadamente 70 metros de largo y 50 metros de ancho, pero la cala que forman los acantilados es amplia y alberga muchos rincones para tomar el sol y bañarse.
En uno de los acantilados de la cala se encuentra una cueva muy apreciada por los espeleólogos, formada por diversas cavidades y galerías subacuáticas que suman un total de más de 500 metros de recorrido.
La cala es muy conocida por ser visitada ocasionalmente por vacas de la granja vecina, anécdota que tanto despierta simpatías e interés, como polémica y quejas. Y es que el camino de acceso a la cala pasa por una finca rural privada y se comenta que las vacas van a la playa para asustar a los bañista y evitar la masificación del lugar.
La cala está situada entre las poblaciones de Portocolom y Porto Cristo. Saliendo desde Manacor, hay que seguir la carretera de Cales de Mallorca hasta llegar al cruce con la carretera de Porto Cristo, entonces se debe continuar en dirección a Porto Cristo a lo largo de unos 150 metros para después tomar el primer camino que se encuentra a mano derecha. Siguiendo este camino recto se llega hasta una reja donde es necesario dejar el coche y continuar a pie, durante unos 10 minutos, por un sendero que atraviesa un bello bosque y conduce hasta la playa.
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