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En 1300 el rey Jaume II promulgó las "Ordinacions" fundando entre otros el pueblo de Capdepera y ordenando para agrupar la población que vivía dispersa por la zona la construcción de un recinto amurallado entorno a la torre de vigilancia de Miquel Nunis, edificación situada sobre una estratégica colina desde donde se dominan las tierras de los alrededores y se divisa el canal marítimo que separa las islas de Mallorca y Menorca.

Primero se edificó la iglesia y una cisterna. La construcción de las murallas finalizó a final del siglo XIV, incorporándose posteriormente las torres para mejorar la defensa de la fortificación. La iglesia fue ampliada en los siglos XVI y XVIII y su interior acoge la talla de un Cristo del siglo XIV o XV y la imagen de estilo gótico de la Verge de l'Esperança, patrona de Capdepera venerada desde el siglo XVI.

Gran parte de la población de Capdepera no era partidaria de abandonar sus tierras para vivir dentro de la fortificación, conocida popularmente como el castillo de Capdepera. Por ese motivo, se ordenó a la todos los pobladores que durante las noches se encerraran armados dentro del recinto para reforzar su defensa. Inicialmente se construyeron dentro de la fortificación una cincuentena de casas que al final del siglo XVI, debido al gran número de desembarcos de piratas y corsarios de la época, pasarían a ser más de ciento cincuenta, ocupando la mayoría de huertos disponibles.

El actual núcleo urbano de Capdepera se conformó a partir del siglo XVII, momento en que los pobladores del castillo empezaron a abandonarlo para instalarse a los pies de la colina. Al final del siglo XVIII tan solo quedaban veinticinco casas habitadas dentro del recinto y el nuevo núcleo de población ubicado fuera de las murallas ya disponía de más de doscientas casas. A partir de las reformas del siglo XVIII impulsadas por la monarquía española la vigilancia y defensa de la costa pasó a manos de militares profesionales, por lo que el recinto se convirtió en un cuartel bajo la autoridad de un gobernador. De esta época data la Casa del Gobernador, una de las pocas viviendas que se conservan dentro del castillo ya que sus pobladores aprovecharon las piedras de las casas para edificar las nuevas viviendas.

Los militares abandonaron el castillo en 1854 y éste pasó a ser una propiedad privada hasta que en 1983 sus propietarios lo donaron al Ayuntamiento de Capdepera, institución que en el año 2000 organizó la Conmemoración de los 700 años del Castillo de Capdepera.

El recinto amurallado puede visitarse durante los meses de verano todos los días de 10:00 a 20:00 h y el resto de los meses de 10:00 a 17:00 h. El precio de la entrada es de 2 euros. Más información en el teléfono 971 81 87 46.