El pasado
martes 3 de julio el vicepresidente del
Consell
de Mallorca, Miquel Nadal, anunció por sorpresa una suspensión
de licencias urbanísticas que entró en vigor el mismo día
y que afecta, con algunas excepciones, a todo el suelo urbano y urbanizable
de Mallorca.
La medida, que aún no ha sido aprobada formalmente, estará
vigente hasta la aprobación definitiva del Plan Territorial de Mallorca
(PTM), actualmente en proceso de elaboración, lo que supone que
los Ayuntamientos de toda la isla de Mallorca no podrán conceder
licencias de obra para suelo urbano y urbanizable en un periodo aproximado de un año, tiempo previsto para la elaboración y
aprobación inicial del PTM.
Las excepciones a la suspensión de licencias se refieren a la
rehabilitación de viviendas, a las viviendas unifamiliares, a los
inmuebles comerciales, a las reformas en los hoteles bajo ciertas condiciones
y a los equipamientos públicos.
El GOB felicitó el miércoles 4 de julio en un
comunicado
de prensa al Consell de Mallorca y su presidenta, Maria Antònia
Munar, por la nueva medida que considera como la más relevante en
materia urbanística de los últimos años, aunque la
organización ecologista considera que la medida debería afectar
a la viviendas unifamiliares en suelo rústico y que no debería
afectar a las viviendas de protección oficial.
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